Cuando llegué a Puerto La Cruz hace un par de días nunca imaginé las cosas con las que me toparía. Cuando fui hace unas semanas a ver un juego del Madrid con unos amigos en una arepera, nunca imaginé que aquel Robinho que hacía bicicletas vía satélite se pasearía frente a mi una y otra vez. Toda mi rutina cambió en pocos días. Hoy estoy en la Copa América, hace un mes dormía hasta mediodía.
GRANDE, BONITINHO, (OJALÁ) REDONDO
La magnitud del evento que está a tres días de comenzar es gigante. Yo lo imaginaba, pero ahora lo sé. Hay miles de personas trabajando en pro del evento de manera directa, grandes jugadores están en Venezuela y hay periodistas extranjeros por todos lados. Esto va en serio.Me ha tocado estar en las sedes orientales y, por lo tanto, codearme con los brasileros que se han comportado de buena manera. Todos están pendientes de los amazónicos, las niñas que han podido acceder a los entrenamientos chillan al ver a Diego y los que no pueden entrar al campo ven a sus ídolos a través de las rejas que están a lo lejos. Cada día que pasa aumentan más las eXpectativas, fluye mucha gente que se aposta cerca de las instalaciones prestadas a la Copa y los detalles de organización se van afinando un poco más.
El estadio José Antonio Anzoátegui es una verdadera joya, pero aun no está terminado. Estará listo para funcionar el 4 de julio, pero en su faceta más básica. Cuando se termine todo el proyecto, puede convertirse, sin dudas, en emblema de la ciudad. Pero antes se debe concluir todo el ambicioso proyecto deportivo, más allá de la Copa.
HAY MUCHOS DE LA ESPECIE HINCHA-MILITAR-FOTOGRAFO
La seguridad es otro punto que salta a la vista. Los militares están apostados por todas partes. Son intransigentes, como es natural, y cuidan a Brasil como la niña de sus ojos. Tanto que no pierden oportunidad para tomarles fotos con los celulares y aguantan fuerte para no pedir autógrafos. Normal. Muy normal, diría yo. Después de ver a la auriverde entrenar, provoca.
FALTAN LOS INVITADOS, LA FIESTA YA ESTÁ
Hasta ahora sólo faltan por llegar Estados Unidos y México que disputan en unas horas la final de la Copa de Oro. Ecuador y Colombia están en camino mientras escribo esta nota. El ambiente de fútbol se respira acá en Puerto La Cruz. Me cuenta un buen amigo que en San Cristóbal la cosa es magnífica. Imagino que poco a poco todas las sedes se irán contagiando.